sábado, 19 de julio de 2008

¿Qué es la Literatura?

¡Silencio! ¡Silencio damas y caballeros! Acaba de subirse el telón. El show está por comenzar:

-¿Qué es la literatura?- pregunta el lápiz de color negro.

-¡¿Qué es aquella cosa que tanto me persigue y molesta?!- Pregunta la hoja de papel- ¡me ensucia! ¡Se aprovecha de mí!

- A mi me usa, se abusa de mi buena voluntad- rezonga la goma de borrar.

- ¿la literatura? A mi desde hace rato me usa para sus inventos- agrega el teclado de la computadora.

-Me siento un laboratorio- dice el monitor.

-¡Callensé! Sin la literatura ustedes no tendrían vida- exclama entrometida la almohada- conmigo piensa.

-Con vos se duerme- dice riéndose un libro.

-con vos también libro viejo y sucio- se excusa la almohada- mejor preguntarle al amo ¿no?

-¡Ahí viene, ahí viene! – gritan al unísono algunos muñecos. En ese momento, el amo entra por la puerta y se desparrama en la cama, apretujando la almohada.

- ¿Quien le pregunta primero? Mira que yo no me animo.- dice el mousse.

- ¡Yo! ¡Yo! Déjenme a mí.- exclama el espejo-.

-¿Qué tanto cuchichean ustedes ahí?- protesta el amo- ¿De que hablan?

- Es que queremos saber que es esa cosa que estudiás- le responde el lápiz negro-.

-¿Por?- se sorprende el amo.

- Porque sí, queremos saber. Vivís con el libro y con nosotros ya no jugas más.

- A mi ya no me miras más.- agrega el espejo.

- Con nosotros te olvidaste lo que es navegar-. Dicen apenados el mousse, el teclado y el monitor.

- En cambio con el…

-¿Con el que, chicos? Haber díganme.

- ¡Con el diario y el libro te la pasas y te la pasas todo el día! – gritan todos juntos.

- Es que me gusta leer y escribir.

- ¿Por qué?

-Pues, porque me gusta la literatura.

- ¡Eso ya lo sabemos! ¡¿Pero qué es la literatura?!

- Esta bien, no tengo ningún motivo para privarlos de mis razones. La literatura es mucho para mí. Haber vení diario que te necesito, vos también lápiz. Mejor poner las cosas por escrito:

“La literatura es ese escondite, aquel ático que poseen todas las casas del vecindario universal, pero que no todas las personas corren la suerte de encontrar la llave para abrirlo. Mi intención no es definirla, ni muchos menos describirla con peinado y atuendo científico, simplemente deseo desvestirla y dibujarla desnuda, tal cual como a mi se me presenta. Mi travesía comenzó el año anterior, entre el furor del último año escolar y las encrucijadas de mi rebeldía. Gracias a J. K. Rowling y el gran mundo mágico que creo con su Harry Potter, estoy estudiando Letras. Ni más ni menos. Muchas carreras -demasiadas diría- se me cruzaron en mi elección, pero al ver este paraíso, este salvavidas del mundo crudo y real, no vacile ni un renglón más. Me genero día a día tantas expectativas y objetivos con esto que mi vida prontamente se va a volver un pergamino, o quizás, un legado para otra generación. Trato de no ahogarme, pero se me vuelve cada vez más difícil.

El otro día leía a Pérez-Reverte, quien decía: “Déjenme decirles una cosa, caballeros. Compadezco a los hombres cómodos, resignados y razonables que nunca leyeron libros que estremecieran el corazón. Compadezcan a quienes nunca se dejaron seducir por una moneda de oro, una hermosa mujer, un amigo fiel, la aventura descubierta en un libro”.

-Gracias lápiz, gracias diario.

- ¿Y todo eso es?

Se cierra el telón y se escuchan aplausos indeterminados.

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